martes, 19 de julio de 2016


La Maleta


https://lamenteesmaravillosa.com/una-maleta-llena-de-suenos/

Guardo en mi maleta, por si acaso:
Una nube blanca que me apague la sed,
Un espejo grande que revele mis ayeres,
Junto a la luna más llena que alumbre si oscurece.

Guardo un trozo de tu risa, la mirada de mis hijos
Que me quieren,
El desvelo de mis padres y un camino nuevo y
Sin usar.

Llevo también en secreto, la declaración de amor
Que nunca te hice,
La manera de amar que nunca estrenamos y
Una almohada de hielo para congelar
Tu rostro en mi memoria.

Llevo también, enrollada una cobija de rostros amigos,
Remendados y juntitos…
Un calcetín roto en donde guardo
Las promesas que me hicieron sin cumplir,
La cara de sal de las amistades muertas…

Y un enorme globo rojo,
Inflado con sonrisas que usaré
Para llegar al cielo!


27 Mar 2003.




Una piedra en el zapato. 


                                                     http://www.quadratinmedia.com.mx/2012/12/30/tiradero-de-basura-de-tarimbaro/


La mañana comenzó como lo hacía desde hace exactamente seis años, cinco meses y doce días, es decir: a las seis en punto, misma hora en que sonaba el viejo despertador azul con la mica rota.
Sofía estaba a unos días de cumplir cuarenta años, solo unos meses la separaban de aquél espantoso número.

-Cuarenta- pensó mientras la ducha caliente limpiaba de su cuerpo ese olor que tienen las sábanas no compartidas, dejó que el agua le corriera libremente por su bien formado cuerpo, con los ojos cerrados buscó un pensamiento que la animara a seguir con su cotidianeidad.

Cerro la llave de la regadera, lentamente se secó, se colocó una bata de baño y frente al espejo del tocador comenzó a maquillar su rostro, un rostro hermoso, maduro y de finas líneas que un buen día dejó de ser fresco y juvenil. Un ligero temblor en el párpado izquierdo al igual que un diente superior astillado,  eran  los recuerdos que casi siempre la hacían arrojar contra el espejo lo que tuviera a la mano!

“Si tan sólo no me hubiera pegado el muy idiota- pensaba- ah, pero no, el muy machín tenía que hacer quedar bien a los de su género”
Inevitablemente, como venía sucediendo en los últimos seis años, nuevamente se la hacía tarde para ir a trabajar a esa oscura oficina de Hacienda, con muebles del siglo pasado, sin computadoras ni papelería suficiente, de nuevo a soportar las miradas de los burócratas relamidos, a escuchar los cuchicheos a sus espaldas por parte de sus mismas compañeras que no dejaban de acostarla con el jefe de la oficina en turno.

¡Dios mío, ya es bien tarde! Pensaba mientras recordaba meter en su zapato la piedrecilla de tezontle rojo que se le metió aquella noche en la que, después de asestarle tres sólidos planchazos en la cabeza, vio caer a su verdugo con los ojos bien abiertos y que no dejaron nunca de mirarla sorprendidos, mientras lentamente se apagaban como el carbón ardiente cuando le echan agua fría.

Tuvo que enterrarlo allá por los antiguos tiraderos, en un rincón que sólo conocen los zopilotes y al que casi nunca va nadie, un letrero oxidado le dio la justificación perfecta, finalmente enterrarlo ahí era un acto de conciencia cívica.

“Ponga la basura en su lugar” leyó y no pudo ocultar una sonrisa, Valente , desde que llegó a su vida, siempre fue como ésa piedrecilla que se le metió al zapato esa noche, tan jodidamente machín que ni siquiera muerto la dejaba en paz!


12 Dic. 2005

viernes, 15 de julio de 2016





                                                        
                                                    http://www.elestanque.com/foro/phpBB2/viewtopic.php?p=111083#.V4lzK_nhAdU

Cansado de mí.

Cansado de ser una sombra de mí,
Me siento en el borde del lecho de mis deseos,
Desprendo de mis labios, como carne muerta
Una a una las letras de tu nombre.


Para el amanecer habré terminado de cavar,
Seguramente tendré los dedos sangrando
Y las uñas rotas y los sueños…


Habré dejado tus besos casi a ras de tierra,
Por si algún día resucitan.
Durante breve tiempo fuiste santo
De mi devoción, lugar común,
Confesionario de mis pecados de pensamiento,
Palabra, obra y omisión, altar para ofrendar
Mis dudas.

Súbitamente, el tiempo dejó de ser importante,
Se volvió efímero como la fé
Con la que nunca pude mover la montaña
De mis desdichas.

Súbitamente y sin explicación alguna,
Descubro en el estanque
Mi sonrisa muerta
De hipotermia.

18 Oct 2006.


                                          Cerrar los ojos.


http://www.periodistadigital.com/inmigrantes/vida-cotidiana/2011/10/10/castigaban-a-su-hijo-de-7-anos-encerrandole-en-un-ataud-en-el-sotano.shtml

Me dicen que debo ser previsor, que debo construir una casa para que mis hijos peleen por ella o por los 28 centímetros que les corresponderán después de pagar abogados y un larguísimo proceso judicial.

Que debo ahorrar para el futuro, guardar los salarios de médicos, enfermeras y embalsamadores.

Que debo ir pagando (en cómodas mensualidades) desde ya, el costo de mi muerte, ya sabes: necropsia, velatorio, traslado, trámites y “servicio” –aunque nunca he entendido a quien servirán-

Y, por si no bastara con eso debo pagar hasta el cajón (con lo que odio estar encerrado) que más me cuadre.

Me dicen que debo dejar órdenes precisas y concretas acerca de cosas tan agrias como que hacer con lo que quede de mi cuerpo o a quién donar tal o cual órgano aprovechable y en verdad que no sé que hacer con tantas recomendaciones si yo en realidad no me quiero morir!

¿Que hacer con mi cuerpo? Veamos: definitivamente y como ya lo dije antes odio estar en cerrado y ¿a oscuras? Ni loco! Por lo tanto descartemos la posibilidad del entierro.

Me dicen que piense en la incineración, como si bastante no supieran  de que manera me duele la cabeza con el calor!

¿Arrojado al mar? ¿Cómo pirata de la vida? No suena mal, sobre todo que se parece en mucho a mi vida, me he hundido profundamente y a veces también he flotado, me he dejado llevar por la corriente aunque bien a bien nunca he sabido como lo he hecho si yo en realidad no se nadar!!

Suena un poco romántico el asunto, aunque no me imagino tocando blues en la panza de un tiburón.
Como puede usted ver, no hay muchas opciones que digamos, tal vez si me esfuerzo un poco y cierro los ojos muy fuerte, logre desaparecer y no dejar rastro de mí sobre la tierra.

Debo por lo pronto practicar un poco, comenzaré ahora que es casi media noche y mi mano cansada se niega a platicar más…


10 Marzo 2005.